La renovada lista del candidato del PSOE Andrés Campos, con reminiscencias del pasado, carece como diría Arguiñano de "fundamento". Esta renovación tardía es el fruto de que en el Partido Socialista las cosas no se han hecho bien. Bien está la renovación, hacía falta, pero cuando uno la analiza se encuentra con serias dificultades para poder hacer una valoración positiva en torno a ella. Es una lista de improvisación, poco meditada, que deja muchas dudas para poder hacer frente al Partido Popular. Cuando se prescinde de personas de probada capacidad, es aprobar la ineptitud con matrícula de honor de quien es capaz de atropellar el sentido común; porque el sentido común dice que no se puede excluir a personas que acumulan talento y que con ellos esa lista tendría un valor especifico que sin ellos no tiene.
Por lo tanto, veo que el objetivo será una derrota sin paliativos, para cuando llegue, hacer la verdadera renovación, más acorde con las necesidades que hoy exigen los puestos políticos, es decir, "total preparación" de los previsibles ediles, actitudes de cordura en su elección, menos amiguismo cuando están en juego siglas históricas y un líder votado por las bases del Partido. Esta lista, sin historial, será el vacío que llenará las arcas del adversario político. Ya dijo Juan García en un pleno que estarían en el poder 34 años ¿sólo?.
Para los que se marchan; suerte y un abrazo.