José Vicente Gallego MADRAMANY,
ha puesto de moda la fórmula barriobajera, arrabalera y vulgar, de hacerle
llegar a sus allegados la cutre incontinencia de que no se asienten a tomar
café con Evencio. “Este personaje es asesor de la Alcaldesa de Torrent Doña
Amparo Folgado Tonda” según el manifiesta. Si se entiende que una de las
máximas de un asesor debe ser la
prudencia, es evidente que incurre en una imprudencia que lejos de avalarlo
lo devalúa. Este franco tirador de las redes sociales, -que cobra del
erario público- debe hacer un cursillo acelerado para ubicarse en el mundo del
sentido común, coherencia y sumergirse en el universo de la humildad de la que
gala hace de la precariedad. Porque vivir permanentemente en la “desmesura,
intemperancia y prepotencia”, es habilitar un estatus nimio de ética. Y en ese
empeño rastrero que persigue, está lejos de verlo hecho realidad. Con esa
ligereza, dislate y desatino, alcanza el
infinito de la torpeza. Y quien le permite cometerlas, “comparte la parte alícuota
de semejante destreza”.
Ahora búscate a los acólitos,
corporativistas y ciber-pandilleros, y cada uno tendrá la respuesta justa y
medida.