Si el regreso de María José
Catalá se hace esperar la disgregación del partido irá creciendo y lo que era
entero -ya no es- dejará de serlo. Hace falta poner orden, hablar al colectivo
de democracia, hacer hincapié en la tolerancia, en la libertad de expresión
y
exigir educación y respeto. Si estos conceptos tan elementales brillan
por su ausencia solo cabe pedir socorro.
Sabedor eres amigo Evencio de que el partido necesitará artesanos para remendar rotos y encierra muchas dificultades la actual situación. Son muchas cosas las que brillan por su ausencia y alguien debe poner fin a lo que nunca debió ocurrir. Unos por otros todos tienen una parte de culpa de este descarrilamiento del partido.Recomponerlo será una tarea de armas tomar.
ResponderEliminarEl maestro sabe lo que pide y no lo puede hacer con más claridad. Y razón no le falta.
ResponderEliminarYa quisieran todos los partidos dr Torrent juntos tener la solidez y la fidelidad de voto del PP...
ResponderEliminarQuien conociere la fábula "Galgos o Podencos ", se la aplique.
ResponderEliminarQuien la ignore, se documente.
Quien conociere la fábula "Galgos o Podencos ", se la aplique.
ResponderEliminarQuien la ignore, se documente.
Por entre unas matas,
Eliminarseguido de perros,
no diré corría,
volaba un conejo.
De su madriguera
salió un compañero
y le dijo: «Tente,
amigo, ¿qué es esto?»
«¿Qué ha de ser?», responde;
«sin aliento llego...;
dos pícaros galgos
me vienen siguiendo».
«Sí», replica el otro,
«por allí los veo,
pero no son galgos».
«¿Pues qué son?» «Podencos.»
«¿Qué? ¿podencos dices?
Sí, como mi abuelo.
Galgos y muy galgos;
bien vistos los tengo.»
«Son podencos, vaya,
que no entiendes de eso.»
«Son galgos, te digo.»
«Digo que podencos.»
En esta disputa
llegando los perros,
pillan descuidados
a mis dos conejos.
Los que por cuestiones
de poco momento
dejan lo que importa,
llévense este ejemplo.