En la vida política se cuece
de todo, lealtades, deslealtades, consagrados palmeros, aduladores y un sinfín
de personajes que valoran poco o nada la dignidad. Se arrastran en busca de la
limosna de la gloria y viven al margen del decoro porque piensan que una imagen
al lado del político de turno vale más que mil palabras. Los hay de todos los
colores porque afloran con suma facilidad y ejemplos se ven para así
conocerlos. Hay que añadir que también cuentan y se descuentan jugadores de
partidas con dos barajas para que el tramposo no se salga de este círculo tan
prestigioso.
El desleal tiene nombre y apellidos: NAXO CARRATALÁ.
ResponderEliminarLa ignorante interesada tiene nombre y apellidos: ANA PENELLA.
Noto cierta pelusilla.De Ana Penella no voy a decir nada,cada cual juega su partida como sabe o como quiere.Y NAXO CARRATALÁ no es un tío desleal,simplemente es que a lo mejor a ti te moleste por tu ineficacia.
EliminarEl verdadero culpable es un personajillo gris que me da la sensación que mete cizaña en el grupo municipal de los populares y no da la cara, dicen que es íntimo del socialista que manda en Torrent. Pobre Amparo Folgado víctima de su propia vanidad, menos uno o dos concejales leales, el resto son submarinos.
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