Estamos rodeados de auténtica pobreza política, hay excedente de mediocridad y en algunos casos ni a eso se llega. Hay impaciencia por ver el desembarco de nuevos animadores de la abulia, pero visto lo que hay es de suponer que serán mejores que los elegidos de la insuficiencia. Prefiero lo desconocido. Lo que no es sostenible es mantener un Gobierno malo de solemnidad y una Oposición más identificada con el Museo de Cera. Los dos están para darles la extremaunción política, sin honras fúnebres ni sentimiento que acompañe.
Me encanta que te hayas echo eco de que la tabula rasa, no ha de ir contigo, que eres de lo muy poco bueno que queda y te ciñeras a dos, al tirar la basura
ResponderEliminarPues Viva Paco, copon.
ResponderEliminarTanta mierda que nos echan encima y no somos capaces de levantar la voz
Cadáveres, genial
ResponderEliminarIryna, Charlie King, miles de cristianos de todo el mundo, miles de niñas y tan largo etc
La izquierda mundial se está coronando
Como siempre, a oscuras y desde lejos
Esto va a estallqr
Escoria, pura escoria humana, PSOE y PP, izquierda los dos
ResponderEliminarSi, de esos que solo saben vivir de recaudar para ellos, lo que los demás con esfuerzo crean
Y luego hablan de Abascal, que es un Nini
Un tío que con Q
15 años trabajaba con su padre en la tienda de ropa que tenían
Avasallados por los outos asesinos cobardes del tiro en la nuca y ahí estaban
Y pudo entender que la sociedad se cambia con la política, no con las armas
Que hacían Diaz, Ayuso, Feijoo, Sánchez o Iglesiasientras tanto?
Jugar a la Play?
Demonios todos
Ay Maestro
ResponderEliminarQue mal me sabe que siendo como eres una persona decente y honesta hayas de ver, tan oscuridad
Es lo que veo amigo y si viera otra cosa no dudes que lo diría, pero respetada queda tu opinión.
EliminarY mientras los cadàveres mangoneando
ResponderEliminarMaestro, lamento profundamente este comentario
ResponderEliminarPero cada vez estoy más convencido, de que está putrefacción de moral social que estamos viviendo, solo van a terminar, cuando el miedo comience a cambiar de bando