La poesía brota del manantial del pueblo y se pasea con el garbo majestuoso de los andares del Cisne por inmaculadas páginas, e irrumpe del mismo venero entre aguas cálidas, para dejar la herencia del derrame cimbreante del poeta a aquellos que legítimamente viven con la mirada cautiva de la divina palabra. Como diría Miguel Hernández, los poetas somos el viento del pueblo y a través de sus poros transportamos la expresión artística de la belleza, las zarzas que nos enredan la vida, las arrugas de tersas pieles y las espinas del sentimiento del pueblo.
Como voy yo, indigno de mi, a contradecir a los poetas
ResponderEliminarPero si cambiarán la palabra pueblo, por Vida, los entenderíamos mejor
Lo de pueblo, siempre suena a comunismo, sectarismo y a olvidar a muchos que parecen no serlo y lo sin
Maestro los poetas del pueblo eran lo más tonto que puede haber parido madre
ResponderEliminarNo tenían ni idea de que con sus demandas le iban a dar voz a tantos descerebrados como hormigas hay en el mundo, jorobando pa siempre, a tanta gente honesta como también hay
Véase los subnormales pa siempre que llevan banderas del pueblo asesino y bárbaro de Palestina
Y quien me quiera rebatir esto, que lea antes un poco, para no hacer el ridiculo
Muchas razón te doy
EliminarEl Maestro es un poeta de la Vida