De Enrique Soler se habla poco y es justo que surque estos renglones
de reconocimiento a su labor, y espero que no se diluyan por aquello del calor.
Es una persona que conjuga el silencio con la eficacia de su trabajo y sin que
esto genere ruido, al menos que vea la luz en estas letras de pública confesión
a su saber hacer.
No se te escapa ni una maestro. Verdad es lo que dices porque Enrique es un ejemplo de moderación.
ResponderEliminarExcelente persona y profesional.
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