LA MUERTE

La muerte es el sacrificio de haber vivido. La vida, en la integridad de su desarrollo, tiene de todo, si bien es cierto que un segmento del universo carece de lo más fundamental del ser humano: la dignidad. Ahora que me pilla tranquilo hago un repaso de mis bienes y dejo aquí escrito en este testamento sin notario mis pertenencias para que los herederos no se maten por ellas: dos bolígrafos Bic sin funda de tinta negra, dos permanentes de punta fina y negra tinta, una caja de clips, cuatrocientos folios, mis libros, unos periódicos del Levante, mi ordenador, un recibo del agua sin pagar y si no me da tiempo para pagarlo, cuando vuelva pagaré los intereses. Los benefactores que no se hagan cargo de semejante minucia. 

 

CON LAS LETRAS DESPIERTAS

Con las letras despiertas le sirven al pensador el menú del momento para crear en la frescura de la mañana el calor que atempera la temperatura otoñal. La prosa va haciendo su camino para que el vivero de la literatura mantenga las constantes vitales de un mundo que muestra su sensibilidad, apasiona y haga posible, a través del desfiladero de este cordón umbilical de cortos renglones, que la piel flácida se encoja y tersa ella viva en su epidermis el esplendor de un banquete que alimenta el alma. Quizá como el pétalo de la flor que encuentra en la gota del rocío el néctar que nutre su vida.  

EL OTOÑO

Como dice una canción de Camilo Sesto: algo de mí se va muriendo. El otoño invita a pensar en el árbol que pausadamente se desnuda. Leyenda tiene el grisáceo otoño, cuando cae la hoja muerta, y busca en el diván de la tierra, el final acomodo y ser envuelta, y deja el poeta su letargo, como la cardenilla el orujo, para mostrarnos en la estación tardía, el morado racimo y embrujo, y en las cortas tardes de la estación, llenará de poemas el cuaderno, dejará el poso de la literatura, separando lo efímero de lo eterno, y en el jardín umbrío escribirá, mirando al cielo abierto que se cierra, la vida que no tiene final, y nace en el jardín y no se siembra. El otoño cautiva la mirada y encuentra en el silencio el confort de la voz callada. 

VOX SIN VOZ

VOX sin voz en los plenos del Ayuntamiento de Torrent, Andrés Campos se encarga de que reine el silencio con argumentos duros de escuchar -demasiado curtido para novicios- y sus representantes se quedan impasibles ante la superioridad manifiesta del portavoz socialista. Pobreza infinita de dos concejales que políticamente viven en la ausencia de conocimientos para mostrar la cara que genera vergüenza ajena. Si presentan una moción con evidentes lagunas y además no saben defenderla, el final del trayecto inmediato debería ser este: GRUPO MIXTO. 

SIN FUTURO

Con la tranquilidad del alba cuando la luz anuncia el día, pensaba yo en las  lobregueces de un presente que anuncia un futuro asido entre alfileres. El coronavirus, la situación económica y gobernantes en la precariedad de la capacidad vislumbran aconteceres siniestros.  

EL DÍA A DÍA

El coronavirus sigue matando, el Presidente del Gobierno a los pies de Pablo, la oposición cadáver, La Beata Inés comulgando con ruedas de molino y Mariángeles Lerma el alma de la fuerza, el ímpetu, la capacidad y el derroche humano. Llanos, sin cuestas y Jesús Ros consagrado a la meditación en el claustro de LA CASA DEL PUEBLO. Llueve en Madrid y el secano de la inteligencia aflora para contagiar su inhóspito desierto.

EL FUNERAL DE UNA HORMIGA

Paseando por un camino forestal y cansado de transitar por agrestes caminos, decido hacer un alto en el camino y tomo aposento en una firme piedra y ante mi asombro descubro el funeral de una hormiga quedándome perplejo de la solemnidad del acto. El cadáver lo llevan en volandas seis compañeras de la difunta siguiendo el cortejo fúnebre en fila el resto de admirables trabajadoras. En la rama de un pino que ocultaba el sol, cantaba un pájaro para que la ceremonia no estuviera exenta del protocolo que exigía el suceso. A mi lado brotaba una florecilla de la que cogí un pequeño pétalo y lo puse en mitad de la fila del duelo para que al enterramiento no le faltara formulismo. Cadáver y pétalo entraron al hormiguero  y, afectado por la impresión de lo visto, me volví rezando un Padre Nuestro y el deseo de que descanse en paz.

SECUESTRADOS POR EL CORONAVIRUS

El coronavirus tiene secuestrado al mundo y el globo terráqueo no sale de la tela de araña tejida sobre la humanidad. Los gobiernos deambulan dando palos de ciego y ejercitándose en esa labor que prestigia el desprestigio. Sabia es la naturaleza y el ser humano en las antípodas de ella. “Sólo podemos dominar la naturaleza si la obedecemos”, FRANCIS BACÓN.

OTRA FORMA DE AYUDAR

Los problemas inherentes a la pandemia del coronavirus han dejado a muchas familias con precariedades de distintas singularidades que demandan soluciones  inmediatas a problemas que plantean los exigentes nuevos tiempos. Ante ese abanico de dificultades, la Asociación  tiene las puertas abiertas  para quienes precisen asesoramiento jurídico, laboral, educativo y psicológico. ¿“Cuál es la esencia de la vida? Servir a otros y hacer el bien”, Aristóteles. El alumbramiento de “SOLIDARIOS POR TI” no nace solamente para paliar la imperiosa necesidad de suministrar alimentos a familias con esas carencias, sino ofrecer recursos necesarios para ayudar a las familias que tengan dificultades a la hora de afrontar conflictos y dudas que puedan surgir con la Administración. El sentido común y la moral son las vías que acercan lo que separa. “Llevadera es la labor cuando muchos comparten la fatiga”, Homero.

EL PUEBLO SUMISO

La vida política sigue su curso de despropósitos como norma habitual de una época que se recordará como el vacío de algo elemental en los políticos: conocimiento, sensatez, responsabilidad, honestidad y prudencia. La pandemia del coronavirus ha dejado una estela de imprudencia, desconocimiento, añagaza y certeza de lo incierto. El pueblo sumiso ante desbarajustes sin precedentes.

PASEANDO EL PENSAMIENTO

Paseaba, en aplacible mañana, a temprana hora por la orilla del río mirando el estrecho cauce con el caudal lento y parsimonioso de un día alejado de la vida que genera ansiedad y estrés. Marcaba el reloj las 6:30 H de la alborada cuando mis pasos, con el mismo ritmo del caudal,daban comienzo al vía crucis de la caminata con la grata compañía del silencio y el gorjeo del diminuto gorrión. Transcurridos los tres primeros kilómetros, veo al otro lado del río almorzando a un nativo con su boina negra al resguardo de humedades y la bota de vino para atemperar la fresca temperatura. El saludo con los buenos días era de rigor como la devolución cortés del originario. Sigo mi camino y me entretengo mirando una libélula de colores fascinantes aleteando en un junco hasta su aterrizaje. La naturaleza ofrece momentos que te detiene para vivir instantes que generan calma y vivencias no habituales. Decido hacer un alto en el camino y ponerle al hambre un candado con un bocadillo de sobrasada, vino de la fuente y un plátano para recobrar fuerzas. Me entretengo un buen rato oteando el  guarnecido monte, sus pinos, matorrales, sabinas y el olor que desprende que oxigena cuerpo y alma. Decido volver entre la quietud, el silencio sobrecogedor y las acrobacias de pájaros en un entorno paradisíaco. Responden las piernas porque  la excursión blindada de paisajes maravillosos te evade del cansancio, pero en el ánimo queda la frustración del adiós y la esperanza de volver.

LA AUSENCIA

A veces hay que aislarse de la vida cotidiana y vivir en la AUSENCIA. Es una situación que produce bienestar, serena el alma y se percibe el mundo con la calma que puede inquietar. Hay que parar para que otros  anclados en el inmovilismo den pasos y puedan entender la famosa cita de Machado: “Caminante no hay camino, se hace camino al andar”.