Cuando
las circunstancias te llevan a conocer las entrañas de la vida política el
desengaño es mayúsculo y confiar en alguien es complicado. Por encima del bien
común siempre hay intereses personales que desmontan al más creíble de los
políticos. Lo único bueno de la semana
ha sido la lluvia. Hoy toca misa. Demasiado fariseísmo.
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