miércoles, 11 de junio de 2025

LA CRUDA REALIDAD

El post anterior es de una claridad meridiana, pero no veo que se le dé cancha para jugar a un fichaje de relumbrón. ¿La razón? “Caminante no hay camino, se hace camino al andar”. Eso decía un poema del admirado Machado,  pero el camino está lleno de piedras. Así es difícil el proceso de aprendizaje y transformación.


7 comentarios:

  1. Es posible que en lugar de a Machado, pudieras haber puesto algo del refranero popular español, por ejemplo: "de donde no hay, no se puede sacar" o " no le pidas peras al olmo"
    Y no lo digo por la referenciada a la que no tengo el placer de conocer, sino por aquello que crees conocer y parece que no conoces

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  2. Y la moción de censura pa cuando? A que esperan?

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  3. El maestro sabe de lo que habla y habla de lo que sabe. Como decía el genial F. Fronk Einstein "el genio es lo único que no se puede perder en una partida de póquer". Y yo añado "y un poco más".

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    1. No andas deshacertado amigo y bien sabes que lo que dices es cierto que el maestro tiene buena pluma y mejor letra

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  4. Perdón, pero la cruda realidad por lo que oigo a diario, es que nos estáis hinchando las globalidades, hasta un punto, en el que todas las tontas que soltais, tanto putiferio y mentiras, y tanto puñetero catalán y catalanista, no tendrá calle para correr
    Panda de ladrones

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  5. Desde tiempos inmemoriales, la conciencia humana ha discurrido por los senderos inciertos del pensamiento como una brújula descompasada en un horizonte sin polos. No es, por tanto, impropio afirmar que en su incesante afán por alcanzar una comprensión superior —esa que se manifiesta no tanto en la certidumbre como en la reverberación de lo ambiguo— el hombre ha hallado sentido incluso en lo que carece, ostensiblemente, de forma o dirección.

    Como bien señalara el pensador neoclásico Eusebio de Thalmann, cuya obra Fragmentos para una metafísica errática aún aguarda una edición crítica, “la mente no busca verdades, sino estructuras en las que poder reposar su ignorancia”. Esta afirmación ilustra la magnitud del dilema que aquí nos ocupa: el imperativo de construir discurso aún cuando el contenido se disuelve, como una tinta antigua sobre un pergamino húmedo.

    Se ha sostenido, no sin argumentos de escasa consistencia que la lógica ha de prevalecer incluso en los terrenos más resbaladizos del razonamiento especulativo. Sin embargo, dicha pretensión incurre en una reduccion simplista de la experiencia intelectual, al ignorar la potencia evocadora de lo indeterminado, del concepto no delimitado que, por su naturaleza ambigua, estimúla la intuición más que el análisis sistemático.

    En este sentido, las palabras no se articulan aqui como vehículo de una tesis concreta, sino como materia prima de una arquitectura verbal cuyo fin no reside en el significado, sino en la resonancia que este provoca. La idea, en su estado más puro, no es una conclusión, sino una apertura.

    Cabe, pues, concluir sin precisar, que todo discurso encuentra su legitimidad no en la veracidad de su contenido, sino en la tensión que genera en quien lo escucha. Tal es, acaso, la única certeza posible en el reino de las formas inestables.

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    1. Como te gusta la wikipedia
      Tiras de palabra, por ejemplo, metafísica, y ale, un copia pega
      Eres un crack

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