miércoles, 21 de agosto de 2013

PECADO Y CORRUPCIÓN

Los partidos políticos se retroalimentan de la transgresión de la decencia y moralidad. Viven con las alforjas llenas de inmundicia y cochambre. Y cultivan el quebranto a la infracción indecorosa. Estas conductas censurables, forman parte de la normalidad de quienes hacen de lo ilícito, lo legítimo. 

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