Los argumentos de Pedro SÀNCHEZ se resumen en la célebre
frase de Juan Negrín: "Resistir es
vencer". La frase en cuestión es aferrarse al desespero cuando te ves
vencido.
La voz de Pablo Iglesias Posse tenía para mí el timbre
inconfundible –e indefinible- de la verdad humana, Federico García LORCA. No es el caso de Pedro Sánchez.
Juan Negrín, aquel médico reconvertido en estadista por los embates de una República asediada, ha sido uno de los personajes más vilipendiados —y a la vez más incomprendidos— de la historia política española. Su figura, envuelta en la bruma de la guerra y la traición, resurge hoy con una vigencia que escandaliza y reconcilia: escandaliza a quienes temen a los hombres de principios, y reconcilia a quienes creen que la política aún puede sostenerse sobre el pilar del compromiso ético.
ResponderEliminar"Prefiero perder luchando que vivir aguardando", le habría dicho a un general extranjero en su exilio francés , porque esa frase no necesita comprobación, sino convicción. En una época donde los líderes contemporáneos parecen más interesados en las encuestas que en la historia, más en la narrativa que en la verdad, Negrín se alza como un faro incómodo: fue un hombre que sostuvo la legalidad hasta el último segundo, incluso cuando esa legalidad sangraba por todos los costados.
Su defensa del Estado frente al caos, de la unidad frente a los egoísmos regionales y facciosos, y del compromiso frente a la complacencia, lo sitúa como un precursor —o más bien un recordatorio— de que gobernar no es contentar, sino sostener. ¿No es acaso pertinente su insistencia en “resistir para vencer” frente a las actuales políticas de claudicación estética, donde muchos prefieren acuerdos vacíos antes que confrontaciones fértiles?
En estos días de polarización líquida y liderazgos de plató, deberíamos recordar que Negrín fue acusado de todo, incluso de lo que no hizo, precisamente porque hizo lo que debía. Esa es la paradoja de los estadistas verdaderos: se les teme porque no tienen precio, y se les condena porque no tienen amo.
Quienes hoy abominan de los pactos amplios, del sacrificio por el interés común, de la necesidad de soportar lo impopular en favor de lo justo, deberían mirar a Negrín. Y quizás recordar otra frase que se le atribuye en la intimidad de su gabinete: "El pueblo no siempre comprende al que lo salva, pero nunca olvida al que lo traiciona."
No está en los libros, claro, pero ¿quién necesita bibliografía cuando hay historia?
Facha
EliminarU honesto
EliminarSanchez, Folgado y Mazón, la misma mierda son
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