Murió Amparo García Serrano, y murió dejando una estela brillante de bondad, constancia y perseverancia, y de una actitud ante la vida que recordarla es hacer de la dignidad su justa causa.
Murió al amparo de su familia, porque el amparo a los demás fue; su constante en el hacer diario de su vida, y ganado tiene el amparo de estas líneas, para hacer de ese legado de; sencillez, y humildad la catarsis de la nobleza.
Su ego y vanidad fue su trabajo, y en el, trasmitía con su sonrisa la alegría para que no tuvieran las penas cobijo, de su saber estar, hizo un modelo, y no estando, queda la huella que habilita un pasado inmaculado.
El silencio fue su despedida, seguro que pensó que era la forma de no molestar, y esa era también la grandeza de una persona cuyo recuerdo será infinito.
Quiero pensar que en ese lugar donde te encuentras, habrás encontrado la paz, calma y sosiego que aquí nació y murió al mismo tiempo, si así es, espero que seas feliz, porque será la felicidad de quienes te queremos. Un abrazo.
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