domingo, 16 de diciembre de 2018

UN PASEO PARA SABOREAR LA NATURALEZA


Titaguas es un lugar que me encanta, sus frondosos montes nos muestran con generosidad no contenida el encanto de encontrar en ellos, un mundo que fascina y ensimisma, allí se queda la mirada fija ante el cuadro que nos muestra la naturaleza, y entre lo sublime de ese horizonte, se viven momentos en los que el alma encuentra su edén y la vida el paraíso. Hay un silencio sonoro para descubrir la soledad y su compañía, me atrae ese mundo que despeja el enzarzado de otros mundos, es un habitad donde transcurre el tiempo con la bondad de haber encontrado en él la cima espiritual del amor eterno. En momentos callados que adormecen el habla, se saborea el polen de un misterio que da origen al aura del ingenio, la naturaleza nos enseña la creatividad, y en ese fervor nos empuja a dejar estas vivencias envueltas en cendal, para dejar las palabras ajenas a las heridas. Vivencias para contarlas y puedan dejar en el folio blanco, el surco arado para que la simiente crezca entre el canto del pájaro, la vaga mariposa, impregnado de olores que trasmiten oxigeno y la quietud revoloteando.

3 comentarios:

  1. Siempre te digo maestro que mejor la prosa que la política porque te deja satisfecha.

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