Tiempo de calor asfixiante, de rebrotes por donde quieras que vayas, de chabolas y sublevación de la dignidad de temporeros, de nefasta comunicación, de transparencia opaca y del adiós del Rey Emérito que careció de seriedad, sentido común y vivió en la ausencia de conductas ejemplares.
Otros que reinaron
en la vida política viven en el descampado de la conciencia y en el ruidoso
silencio para que la vergüenza ajena tenga el sitio que le corresponde. La
doble vara de medir y desmedir.
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