Hacer un análisis de la gestión del Gobierno del Partido Popular de Torrent, es tan sencillo como escuchar la opinión pública. De ella se deduce que existe una clara disconformidad con su forma de gobernar. Es la voz de la calle quien muestra un elevado índice de desacuerdo. Jovenes, mayores, y distintos colectivos se hacen eco del malestar general. La evidencia es así de cruda. Mientras tanto, el PP pensará que su gestión es inmaculada, y nada tiene que ver con la realidad. Desde la objetividad pienso que se hacen cosas bien, decir que todo se hace mal no se ajusta a la razón. Pero también es incuestionable que se hacen cosas mal, y perduran en la memoria del ciudadano estas y no otras. Pero si creo que es transcendente de acuerdo con mi forma de ver la vida política que se ajusta a la voz del pueblo, que en ese contexto global de reprobación, merece que mi amiga María José haga un esfuerzo y reflexione sobre la situación que lleva implicito ese deterioro de la gestión municipal. Una de las cosas que se hacen mal y que conlleva cuestionarla, es la atención al ciudadano, a la que "yo me sumo", y no puedo entender que pasado más que un tiempo prudencial siga teniendo vigencia esta anomalía. Otro de los temas que han dejado mal sabor de boca, el cambio de nombre de la Avenida. Cuando se tiene poder y seguridad en lo que se hace, no son necesarios plesbicitos, se obra en consecuencia, y se debe tener en cuenta el sentir general de los ciudadanos que desdeluego no es el cambio. No voy a obviar el atropello al sentido común con los gastos de las últimas fiestas, y espero que este año impere la normalidad de la moralidad. ¿Y que decir del colegio número 10? Naturalmente. estas cosas hacen brecha en la credibilidad del Gobierno y tienen su razón de ser. Tampoco gusta que esta derecha vaya de "derechona" "censurando" y poniendo trabas a lo que no debe. Ese es un error con MAYÚSCULAS.
Mañana daré mi opinión individual de la gestión de los concejales del PP.
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