QUE ASÍ SEA

Llegó la primavera, la eclosión de las flores y la vida y el comienzo de la estación del vigor. Y vigor necesitaran dentro de un año los partidos políticos que estarán batiéndose el cobre para conseguir el triunfo en las eleciones municipales. El ganador tiene que ser consciente de que debe proyectar un futuro modélico basado en las nuevas tecnologías, una mejor distribución de la justicia social, la atención preferente a la mujer para conseguir la igualdad social, la necesidad primordial de la creación de puestos de trabajo, para que los jovenes puedan desarrollar su vida de una forma estable, y la prioridad que merecen pensionistas y discapacitados. Hacer de la cultura la permanente referencia de un estado efervescente porque ése es el termómetro del desarrolloo de los pueblos y el indicativo de la evolución de los mismos; colegios que marquen una época donde los alumnos puedan mostrar sus aptitudes, y que no sean estos la referencia de políticos anquilosados, una mejor utilización de las arcas públicas, y en estos momentos de recesión económica hay que saber prescindir de eventos que supongan gastos innecesarios.Los dos grandes partidos no son precisamente un ejemplo a seguir, unos porque solamente utilizan el talante, y otros porque carecen de talento. Hay además que advertir que aquellos programas que no se ciñan a la veracidad, el ciudadano los tendrá en cuenta. Es necesario que el pueblo pueda apreciar la objetividad de los mismos, y para ello sólo hace falta la normalidad de las cosas sin estridencias. Este será un punto decisivo. No vendan lo que no puedan hacer porque puede resultar gravoso para quienes utilicen estas formas. Fundamental para mi es, la atención al ciudadano, lo que en esta legislatura no se tiene en cuenta y puede ser una losa pesada. Y por último estas dos cuestiones; la primera hacer listas de gobernantes democráticos, porque ya no tienen cabida en un Estado de Derecho, reminiscencias dictocráticas cuando existe una Constitución que es el acta de nacimiento de las libertades. Y la segunda; establecer un orden ético moral en el que el rigor, la seriedad y la honestidad sea el punto de partida de la nueva legislatura. Que así sea