La no imputación de la Infanta CRISTINA, nos lleva a la conclusión de
que la justicia es igual para los pobres. El soberano pueblo aguanta los
chasquidos de la injusticia, y se prepara para ver el destierro paradisiaco de
Urdanga en QATAR. En este país chirrían jueces, fiscales, Gobierno y
Monarquía.
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