Hay una hipertrofia de las estructuras del Estado, y unos
gobernantes incapaces de meter el bisturí y sanearlas. Este Gobierno que pide
paciencia a los ciudadanos, quizá vea en ellos al santo JOB, pero no cabe la
menor duda que ese referente histórico, no sirve de modelo en estos tiempos.
Cuando las estadísticas del paro nos enseñan 6.200.000 personas sin
trabajo, ¿con que moralidad se les puede pedir paciencia? ¿Acaso pueden tener
paciencia los que viven el drama del desahucio? ¿A los dependientes que sufren
los recortes inmorales de este Gobierno opresivo? Lo que no se puede es tener
paciencia con un ejecutivo timador.
Evencio, como atizas y como afinas. Esto es un auténtico esperpento. Yo creo que cada día está más cerca la movilización social. Ya no es admisible tanta penitencia a los ciudadanos.
ResponderEliminar