jueves, 7 de mayo de 2015

SANEDRÍN



Conocidos los partidos políticos de la tierra, harían bien si cada uno de ellos promoviera su SANEDRÍN particular porque es una evidencia, más que notoria, la  carencia de recursos que pone en evidencia la altura de la penuria en muchos aspectos de la vida política. No digamos que son todos pero no excluyamos a ninguno. La pobreza es de tal magnitud que acojona dar el voto a sabiendas de la incapacidad de  la mayoría. La formación y la capacidad para ocupar cargos públicos exigen la moralidad de quien los elige y de elegidos que, conscientes de sus limitaciones, prefieren el techo del salario que el desahucio, aunque la honestidad quede herida. Aquí lo que priva son cuatro años de seguridad y que el pueblo viva en la certeza de estar gobernado por barbilampiños de la política. De vergüenza.  

1 comentario:

  1. Vicente Calvo Alfonso8 de mayo de 2015, 3:00

    Se pueden decir las cosas con un tono más alto pero difícilmente más diáfano. En este post el poeta ha estado elegantemente certero, y a puesto sutiles líneas de luz en un mundo politico ensombrecido por la incapacidad. Puestos a afinar más, si es posible, acojona dar el voto y hasta escuchar a quienes son más interesantes en silencio.

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