Salvador Benlloch
llegó a la vida política desnudo de conocimientos para ejercer el cargo de
portavoz del partido y, seis meses después, sigue a la intemperie y con escasa
voluntad de salir del ostracismo. El miedo pone de manifiesto las lagunas del
político y el comprimido ánimo para revertir una situación que avala el
perjuicio.
Atiza D. Evencio con sentido de lo que el Sr. Benlloch es capaz de dar y no ofrecer. Está en una situación de desfunción manifiesta de la capacidad y es hora de cambiar para no ser cambiado. Le puede la situación de exposiciones públicas por las carencias referidas y debe ponerse las pilas para no caer en la dependencia de los demás.
ResponderEliminarSalvador debe poner más alma a las cosas, más sentido común, ganas de aprender y dejar el estado de indolencia. Y sobre todo debe hacer auto critica y sacar las consecuencias pertinentes de ella.
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