El alma llora cuando
ve las necesidades acuciantes de familias en el eclipse de la dignidad. Cuando
el hambre da bocados se tambalea el decoro de honorables que no lo son. Cuando
ruge la desesperación algo se hace mal en este mundo cainita entre vivos y
moribundos. Muchas miradas de irreverentes ciegos. Mucha codicia y poca
humildad. Sigue asfixiando el calor y que a nadie le falte el oxígeno del pan. “SOLIDARIOS POR TI”.
Sonríe maestro que la vida es bella
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