Dos mentes privilegiadas de la política se van y dejan huella en ese
mundo extraviado de sobriedad y permisivo de veleidades a la luz del día. Dos
que se van y se llevan mi afecto, mi amistad y la gratitud por la deferencia
del trato recibido. Un abrazo.
Más allá de sanas y respetuosas discrepancias ideológicas, sin duda dos de los políticos mejor preparados que he conocido.
ResponderEliminarDos CRAKS.
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