Es
menos grande cuando uno pasea por el XENILLET, y ve el desastre generalizado
que allí hay. Vender bonanzas con penurias a flor de piel, resulta
incongruente. Un barranco más propio de Senegal que de una Gran Ciudad, y
aunque depende de la Confederación Hidrográfica del Júcar, no es admisible
silencios tan sonoros de un Gobierno que se debe ocupar y preocupar de un
barrio marginado. Un RETEN cerrado a cal y canto, y que su apertura diaria
daría estabilidad al epicentro de lo inestable. En la acalle Albades 12, una
fachada desmoronándose que anuncia peligro, y por lo visto los
políticos están ciegos. Una guardería cerrada seguramente para aperturar unos
días antes de las elecciones, y un descuido evidente de quien tiene la
obligación de velar por los intereses de los ciudadanos. UN BARRIO QUE NECESITA
MÁS ATENCIÓN.
Posiblemente tienes razón pero hace mucho tiempo que no voy por ahí creo que lo voy a hacer pronto, me gusta comprometerme con las c ausas injustas.
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