María José Catalá se
equivocó en la elección de Amparo Folgado para sucederla en la Alcaldía. Errar es de humanos. Antes sonó otro
nombre que hoy forma parte del núcleo duro del disperso Grupo de Gobierno.
Arrancada la página del diario, nada mejor que vea la luz para que no haya
sombras, el pasado en el presente. Amparo vive en la estación otoñal enmohecida
y sin munición dialéctica para afrontar
envites de órdago. Y cuestionada en su partido abraza la pérdida de notoriedad
y su inevitable eclipse. “Un político se
convierte en estadista cuando comienza a pensar en las próximas generaciones,
no en las próximas elecciones” (WINSTON CHURCHILL)
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