Doy comienzo a este
opúsculo para que sirva de un abrazo afectivo y cálido a las mujeres en su
lucha por erradicar la violencia de género, la igualdad y para que se cierren
las brechas sociales y las del alma, y seamos iguales sin abdicar de nuestras
diferencias. La marginación que sufren carece de fundamento y está escorada al
sentido común y la razón. Hay que dejar egos y vanidades y coser grietas
heredadas para que la hacienda de los derechos sea el latifundio del entendimiento
y no el campo abonado del aislamiento más proclive a fomentar la sin razón. La
defensa de esas causas justas encuentra en esta pluma el apoyo moral para
evitar vivir con el epílogo de la dignidad. “Por un mundo donde seamos
socialmente iguales, humanamente diferentes y totalmente libres”. (ROSA
LUXEMBURGO).
¡Sublime! Vuelves con altura, con grandeza y con alma. Es de agradecer esa postura clara y contundente cerrando tu post cobla cita de Rosa Lusemburgo para que todo sea majestuoso. Gracias.
ResponderEliminarMe parece maravillosos el post que has escrito lleno de decencia y moral. Lo exiguo en este país. Unos tanto y otros tan poco. Enhorabuena.
ResponderEliminarQuien esto escribe está aforado al sentido común y dice mucho por ser del genero masculino. A cada cual lo suyo.
ResponderEliminarIntegridad de la moral.
ResponderEliminar¿Pero hay racionales?
ResponderEliminar