Esta mañana viaja mi mente
a IRÁN. La tierra del Imperio de REZA PALHEVI y visita las ruinas de
PERSOPOLIS, las agrestes y áridas tierras de los nómadas y sus ganados; las
columnas que resisten al tiempo de algunos lugares sagrados; los guerreros de
piedra petrificados y la SIHIRAQ persa de las rosas y poetas. La imaginación ve
las maravillas que hizo el hombre para convertirlas en vida, polvo y muerte. El hombre en esa condición tan poco humana.
Recompongo el viaje y me
traslado a las ISLAS MARQUESAS, lugar paradisíaco y edénico y refugio fiscal de
la calma. Su naturaleza salvaje invita a recrear la vida y a no morirse en el
asfalto tórrido de la trivialidad. Territorio
de NOBLES.
Por último, y para quitarme
la angustia que produce la sequía y breve en la estancia, me sitúo en las
CATARATAS DEL NIAGARA para que la humedad haga de efecto invernadero y así
poder combatir el cambio climático. Soñar despierto no cuesta nada y ver el
mundo a tus pies es hacer un simple inventario de la creación y viajar en el tren
de cercanías de conocimientos. Volveré.
Vuelve y llevamos a pasear por la senda de los sueños contigo
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