Raúl Claramonte ha vivido en
sus carnes el éxtasis del milagro que ha producido la veneración a Sant
Antoni. El fenómeno no tiene nada que
ver con el mundo paranormal. Tampoco con la multiplicación de los panes y los
peces de Jesús y, tal vez, sea Raúl el santo que venere otro Jesús.
Hay bajas con destinos variopintos y por lo que se ve silencio sepulcral. La gente está agotada de tanto dime y direte.
ResponderEliminarSe nota que es semana de paz.
ResponderEliminarRaúl como el PP TAMBIÉN REPRESENTA EL PASADO.
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