Me gusta la sencillez del PAPA. Y no me disgusta ese mensaje de acercamiento al pobre. Es una labor que deja satisfecha el alma. Me gusta el óbito del protocolo . Esa inhumación es la vida que hace falta, no se puede quebrar esa primavera. Hay naturalidad, frescura, y simplicidad. El espontáneo FRANCISCO I, obra el milagro de la campechanía y familiaridad.
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