domingo, 18 de septiembre de 2016

DOS INOCENTES

No sé porque me viene a la memoria  la muerte de Federico García Lorca y del poeta del pueblo Miguel Hernández Gilabert. Dos inocentes a quienes aplicaron distintas formas de morir los que oficio tenían de apretar el gatillo. Dos grandes de la pluma que nos dejaron lo que no pudieron matar: LIBROS, lo que siempre tiene vida. 

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