La derecha es reprimida
por naturaleza de la democracia y la libertad, siendo esclavos de movimientos
estáticos. Caminan con el paso firme de convicciones descatalogadas. Viven con
el vaivén
del tren de mercancías, porque el AVE del futuro les da mucho vértigo
(BIODRAMINA), y se albergan en fanatismos al que le ponen empeño y desmesurada
obcecación. Hay que cambiar el paso y situarse en la época de la vida en que
vivimos, prescindir de cegueras y hacer de la objetividad y el sentido común el
alimento que nutre la conciencia.
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