Tiempo de playa y
monte. Época de evadirse, de romper con la rutina, el estrés y soltar el pesado
lastre del reciente pasado. Tiempo de paseos lentos, manos entrelazadas y el
frescor del trago de una buena cerveza para aliviar sudores y buenos
pensamientos. Tiempo para saborear la miel de la vida: el amor a la sombra, con
sol y entre pinos. Mantengan por la
noche la distancia -POR EL CALOR- y concilien el sueño sin mascarilla.
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