Ya no se escriben
cartas como antaño que comenzaban más o menos así: “Querida tía, espero que al
recibo de la presente te encuentres bien en compañía del tío Paco y los
chiquillos, por aquí estamos bien G.A.D.”
Ya nos enteramos que murió “Paquillo” de alguna cosa mala que tenía y lo
sentimos mucho porque, como sabes, estuvimos en la mili juntos y nunca perdimos
la amistad. Cuando vayamos al pueblo ya le daremos el pésame a la Juliana y hablaremos
con D. Julián, el cura, para que le haga una misa y algo le hará. Diceselo a la Juliana para que lo sepa. Nos dijo
Braulio que padeció mucho pero la vida,
hija, es asín. Bueno, por aquí hace buen tiempo y no hay muchas cosas
para contar. Ya me despido tía, recibe un abrazo y contéstame pronto”.
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