Me gusta la soledad
de compañía entre paredes, entre libros, entre el desorden de mi mesa, entre
bolígrafos, plumas y apuntes para descanso de la memoria al aire libre sin
barreras y en la oscuridad de la noche, mirando al cielo abierto que se cierra.
En la penumbra de ese mundo nace el ingenio y deja vida en las letras para que
ávidas miradas encuentren el fruto de la fértil tierra, que de forma pausada,
surca renglones y crece la hacienda pública. El notorio silencio es el huésped
invitado a momentos tan espirituales y callado: el silencio.
No hay comentarios:
Publicar un comentario