Oigo las cataratas de lágrimas del mundo marginal, el sentido
común desahuciado y el hambre incesante de la avaricia del ser humano. “Al
pobre le faltan muchas cosas: al avaro todas”, Publio Siro. Será mucho mejor
leer “Hebreos 11” para mantener la convicción de lo que no se ve y buscar en el
silencio el eco del alma. La vida es un manantial de desiertos inhóspitos para
que al pobre no le falten lugares agrestes.
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