Cuando a veces descubres las miserias del ser humano, dan ganas de cubrirlas para no verlas. Cuando alguien pretende la utilización, como la mejor forma de la amistad, acaba encontrando la soledad como recompensa al ejercicio del timo. Son nómadas de la vida que se circunscriben en el ámbito del deslumbramiento del ego y la vanidad, compañeros de viaje de la ceguera y forman la composición ideal, para fundir en el crisol, LO QUE NO CONFUNDE. Esta especie de aventurer@s, son muy afines en la vida política, y aportan a la misma, putrefacción en la que se encuentran cómodos, para que el hedor sea la espita de la contaminación de quienes en la vida política permanecen libres del estiércol. Socavar la lealtad entre bastidores, es ejercer el derecho a no tener ninguno.
Este post tiene trasfondo y fondo. Yo es lo que veo. Y si me apuran mensaje para los vanguardistas de las barricadas.
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