El conflicto interno en el
PSOE es una evidencia clamorosa, la ruptura entre el pasado y el presente
adquiere el protagonismo del quebranto, pero
viven en ese mundo con la tranquilidad de pensar que es un estado normal.
Hasta ahí les llega la inconsciencia. Pocos doctos hay en la casa a la hora de
fundir las discrepancias y sanear el virus del cisma por cuatro años de bicoca. ¿Se acordarán de los parados?
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