En
el fondo de la cuestión de la vida política de aquí y de allá lo que prevalece
es una incultura atroz y de falta de escrúpulos. Y a partir de aquí no hay
recato para el exhibicionismo de analfabetos que viven en la opulencia de
sagrados privilegios, y tienden su moralidad en la tela de araña sin pinzas. Y
naturalmente indigna ver a esta casta de políticos en el festín diario cuando
el pueblo está a las puertas del tanatorio. Y con éste, preparado para cuando
su metástasis ponga fin. Y sin más reflexión y en un arrebato de cólera que no
puedo contener, dejo al pueblo soberano esta estrofa de la elegía a Ramón Sijé
de D. MIGUEL HERNANDEZ:
“No
hay extensión más grande que mi herida,
Lloro
mi desventura y sus conjuntos
Y
siento más tu muerte que mi vida.”
No hay comentarios:
Publicar un comentario