Difícil tiene Amparo Folgado
mantenerse en una situación de minusvalía en el mundo cruel de la política. Amparo, con claros síntomas de nerviosismo,
afronta un futuro sin horizonte. Quizás la decisión ideal sería la entrega
del acta como concejal y evitar el suplicio que puede suponer estar en la oposición
y con la lupa de sus propios afiliados que ven en ella la causa de la derrota. Abdicar es sinónimo de inteligencia.
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