Buscar la mácula y el
defecto es identificativo de un país prejuicioso, cuyo fin es restar mérito a
los embalsamados de sabiduría. Somos así. Yo desconozco ese mundo de colmados
de sapiencia y, además, soy menesteroso en ese quehacer del dedo en la llaga al
colectivo de ilustres. Habito en el mundo terrenal, lejos de filosofías
arcaicas y en entornos donde se escucha el ¡Ay! del dolor del pueblo entre
carajillo y quinto. Embalsamados de pobreza.
No hay comentarios:
Publicar un comentario