No
es San Fermín. Es un día después del 18 en el que, después
de la tempestad, viene la calma. Será un día más tranquilo y espero que las
letras, en ocasiones rebeldes, celebren hoy el día de la paz, aplaquen iras y
recuperen la tranquilidad de aquellas personas que la hayan perdido. Yo estoy
tranquilo. “La vida es muy simple pero insistimos en hacerla complicada”
(CONFUCIO). Como el calor aprieta y sofoca, nada mejor que dejarles estas
estrofas que al menos refrescan:
Montañas
nevadas,
banderas
al viento,
el
alma tranquila.
Yo
sabré vencer.
Al
cielo se alza
la
firme promesa,
hasta
las estrellas
que
encienden mi fe.
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