No hace tiempo de “la manta
al coll” sino de aire acondicionado, alguna cerveza fresca, lectura que a veces
congela y saca calores y colores. Leyendo estoy un libro de EUTIMIO MARTÍN: “EL
OFICIO DE POETA - MIGUEL HERNÁNDEZ”. De Miguel Hernández no hay nada que no me
guste pero escuchar la elegía a Ramón Sijé sería mi extremaunción y este verso
de Ramón de Campoamor de “EL TREN EXPRESO” el adiós a mi mujer:
“Adiós,
adiós! Como hablo delirando,
No
sé decir lo que deciros quiero.
Yo
sólo sé de mí que estoy llorando
Que
sufro, que os amaba y que me muero”.
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