Con gripe, en la cama,
paracetamol, almohadilla y pensando en la pobreza energética. Buenos días. La
vida me ha pasado demasiado rápida. Estaba pensando en la muerte, por aquello
de que forma parte de la vida misma. Y la veo y me mira y el sepulcral silencio
deja paso a la mente para hacer de su libertad la independencia que habilita
estar vivo. El paso breve por este mundo es una experiencia irrepetible que
hace pensar que con una basta. El nudo gordiano de la muerte me traslada a ver
el mundo de cadáveres en pie y a muertos, que no estando en pie, siguen vivos. Apago la almohadilla.
Joer Evencio que Luctuoso despides el día. No me puedo creer que te sientas tan derrotado. Saludos.
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