martes, 12 de febrero de 2019

TRISTE


Huele el mundo político a la exaltación del fanatismo irreversible de todas las partes y, a partir de aquí, el sentido común perece para siempre. Triste. Falta reflexión, responsabilidad, coherencia y salir de la perpetuidad de intereses e interesados que nada tiene que ver con el bien común. Falta talento que no hay y sobran papanatas y una vulgaridad que acojona.

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