El talón de Aquiles de la
derecha es el orgullo, la arrogancia, la altivez, rígidos en la tolerancia,
escorados a la libertad de expresión que no conceptúan como un bien común, poco
afines a la cercanía con el pueblo, no actuales y proclives al delirium tremens
del virtuosismo. Camina con paso lento para llegar tarde a la vanguardia de
ineludibles principios. La España que resta.
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