No
veo a ningún político convincente. Carecen de altura y de ver más allá de sus
intereses particulares y partidistas. El político de Estado no existe y las necesidades
del país difieren mucho de siniestros personajes que en la actualidad
gobiernan. Tampoco en la oposición se ven Unamunos y Ortega y Gasset. Es una época
de evidente sequía de inteligencia y de moralidad. Buenos días.
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