El mundo se muere por falta de dignidad, el mundo se queda petrificado
por nevadas blancas y negruzcos comportamientos, el mundo expira de honestidad
porque vive en el submundo de falta de escrúpulos y moral. El mundo de la
moralina vive para ver cadáveres en la hornacina al ras del suelo y aterra este mundo entre el gélido temporal,
insensible, indiferente, inexpresivo y con el alma sumergida en el glacial.
Bonita descripción de un mundo anal..., yo me atrevería a seguir con la descripción y añadir que el monte ya no es tan claro, que las sombras y tinieblas bordean el monte. Que el monte ya no tiene vida, sino penurias, basura de plástico vacío y sin fauna animal que lo llene de vida. El monte ardió y todo se fue... el sol que tanto le hacía brillar, ceniza y carbón lo deja incendiar
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