domingo, 29 de noviembre de 2020

EN UN LUGAR DE LA MANCHA

En un lugar de la Mancha, MIRA; nací el 10 de Octubre del año 1944, en época de postguerra que seguramente no era la mejor para venir al mundo del submundo. Han pasado 76 años y en cierta forma aún estamos entre el serón del burro y la albarda de la burra. Aún estamos con esa fermentación de odio visceral entre rojos y azules para que viva la sinrazón de las ideas y muera el sentido común. Estamos ahí como si el tiempo estuviese detenido porque el ser humano es una luz que irradia sombras. En el libro de estos años hay páginas amarillentas, tapas de cartón roído y una vida en la que reglón a renglón suma más lo amargo que lo dulce. Probablemente como tantas otras. “Hay que estar agradecidos a nuestra edad, que la vejez es el precio de estar vivos”, Saramago.

POSDATA: con este post hago una parada y volveré cuando mi mente esté más lucida. 

4 comentarios:

  1. En este periodo, que en el que justamente irradias lucidez, dices eso?
    Acaso algun borrego, quiere convertirte en cordero?

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  2. Tiene usted un admirador anonimo que lo halaga hasta la hartura
    ¿Su agradecimiento es el silencio?
    ¿ O quiza sepa que solo del silencio es merecedor escribano y lector?

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    Respuestas
    1. Hay silencios que hablan, pero la gratitud está fuera de toda duda.

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  3. Tu labor, Maestro, alimentando el cuerpo y alma y el pensamiento, es el mejor agradecimiento que puede llegar a soñar quien te admire
    Y los silencios, como los sueños, silencios entre tanto ruido son

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