A veces pienso que no estoy en este mundo, el mundo de la desigualdad, la injusticia, la corrupción, el desempleo, las colas del hambre, el chapucero colectivo político, los “vacunajetas” y la quiebra de la moral. Hay otras quiebras de colectivos que cierran sus puertas y sus bocas. Se ciernen tiempos de extremas dificultades sin que se atisbe un rayo de luz en la oscuridad de este mundo, pero si hay algo que merece la pena destacar en este galimatías es esto: el COLECTIVO SANITARIO. Y lo no destacable: el SILENCIO SEPULCRAL DEL PUEBLO.
No hay comentarios:
Publicar un comentario