El día después de
las elecciones a la presidencia del PP de Torrent, habrá un giro copernicano
entre ambos segmentos del partido. Si la división ahora es insultante, es fácil
deducir que está por llegar lo peor. No veo voluntad de los contendientes de
darse la mano y remar en la misma dirección y, de ahí, que el daño al partido
esté garantizado. La guerra fratricida es propio de mentes con un caudal de
inteligencia que desemboca en el charco.
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